Thursday, May 28, 2009

Fede el del Sombrero

A veces pierdo el enfoque. Pasa hasta un día entero sin que logre encontrarlo. Pero ya me cansé…

No quiero seguir batallando con nimiedades. Estoy harto de preocuparme por fantasmas y pequeños espectros de colores. Es terrible escribir así, preocupado. Finalmente para diversión, mis colegas ya proporcionan bastante.

Eso sí, no voy a sacar la vieja historia de que solo escribo para mí; porque si así fuera, ustedes no estarían leyendo esto. Es la verdad, me interesa poder expresar estas palabras y confiar en que alguien más le es encuentre algo de valor. No significado, porque ni yo estoy seguro de que lo tengan.

Pero así las cosas. No me gusta complicarme, al menos no innecesariamente. También detesto las oraciones con muchas palabras monosílabas. Ese el estilo que aquí se maneja. Y yo creo que eso está muy bien.

Así es más fácil, más divertido; más como pasatiempo y menos como un rutinario acto de esos que no encuentras ni como zafarte. A veces veo esos colores, esas palabras y nada más de acordarme pierdo la energía para escribir, para pensar. Pero hoy ya encontré el enfoque. Lo tengo aquí conmigo, acompañándome durante ésta calurosa noche.

Y al final quiero que tú también me acompañes. No me conoces, y tal vez nunca lo harás. Pero hay elementos que nos unen, que nos identifican. Compartimos pequeñas cosas, como el idioma o el país. Pare mi eso ya es más que suficiente.

No me gusta hablar de cosas que requieran explicación. Me cansa el tener que analizar objetos de manera tan superficial. Nada de lo que aquí lees es para eso. Prefiero solamente indicar, mostrar, escribir. Para subir de nivel se requieren fundamentos, fuentes, pasión….

Y la pasión no me falta; pero yo ya escribí muchos ensayos. ¿Y cuentos? La historia de mi vida. Es de todo lo que hablo, de falsedades y eventos fuera de cualquier realidad concebible. Y me encanta, es algo que disfruto. La gente me conoce por eso; saben que no puedo mantenerme callado, ni yo ni el Sr. Pistacho.

Todo tiene su lado feo. Pero de eso no me gusta platicar. La gente que me conoce lo sabe. Y también saben que hay detrás de esos juegos, de esas canciones, de esos anteojos un tanto sucios. Y aún así, los cometas no son lo que me caracteriza.

Pero por el momento esto es suficiente. Es un poco más de lo que me gusta y una nada de lo que detesto. Así si dan ganas de escribir, hasta de leer. Y eso que a veces batallo para leer. Pero en fin; no se olviden de Fede el del sobrero.

Wednesday, May 27, 2009

El viento, la música y las olas del mar

Lo confieso; hoy traía la idea de escribir una queja sobre algún mundano y banal detalle. Es increíblemente sencillo armar un pequeño texto expresando un variable nivel de descontento sobre alguna estupidez. Y considero de igual forma que es una actividad muy saludable.

Sin embargo hoy me quiero ver “original” e irme en una dirección totalmente diferente. En vez de comentar de forma ligeramente ácida sobre los sin sabores de mi vida, agregare un poco de miel a la existencia de mis escasos lectores hablando largo y tendido sobre algo que me fascina. Y no, para todos esos “listillos” de por ahí, no voy a hablar de lo mucho que me fascina quejarme.

Hace algunos minutos me encontraba yo revisando unas cuantas fotos de mejores días. Fue en ese momento donde recordé esa bella sensación que hoy les quiero comunicar. Primero que nada quiero mencionar que no soy muy adepto a eso de tomar fotografías. Nunca pude superar el sentirme algo “artificial” al capturar todos esos “inolvidables” momentos llenos de poses y almas robadas.

Aún así, cuando las vacas eran gordas, decidí comprarme una cámara (a falta de otra cosa en que gastar). Mi visión sobre la fotografía no cambió mucho; pero ahora era yo quién decidía que tomar, cuando y porque. Y fue así como le empecé a dar buen uso a mi nueva adquisición.

“Recordar es vivir” dicen algunos; y creo que estoy de acuerdo hasta cierto punto. Porque no importa que tan nefasto parezca el universo, yo siempre acabo recordando las cosas con tintes un poco más positivos. Siendo así, “pro recuerdos”, me gusta fotografiar objetos, paisajes o detalles que me ayuden a recordar esas amenas vivencias. Siento que es un poco menos forzado que la clásica foto de grupo con tus amigos, familia, compañeros de celda, etc.

Viendo lo anterior en retrospectiva, esas fotos han cumplido de manera adecuada su cometido.


La imagen anterior me recordó lo mucho que aprecio el viejo pasatiempo de escuchar música. Yo se que la relación no es inmediata; pero permítanme explicarme. Como una gran cantidad de gente, me gusta la música. Simplemente hay pocas cosas comparables a perderse en el mágico viaje de luces y sonidos de la imaginación.

Sin embargo, siempre hay forma de hacer algo bueno, mejor. En éste caso, las maravillas tecnológicas han permitido un asombroso nivel de portabilidad musical; dándome oportunidad de disfrutar de esos estructurados sonidos al aire libre.

Me encanta pasar tiempo solo y pensar. Seguir las notas en mi cabeza e imaginar. Sentir el flujo del viento y recordar, vivir… descansar. Simplemente me encanta disfrutar de un poco de psicodelia musical al tiempo que el viento y las nubes juegan conmigo.

Y en la foto anterior, también contaba con la presencia del mar.

Como ven, no estoy tan amargado después de todo. Ya veremos cuanto me dura la “originalidad”.

Monday, May 25, 2009

Dormir es lo que me mueve

Tengo mucho sueño. Simplemente así es. Desde hace ya mucho tiempo he dejado de buscar justificaciones y/o explicaciones lógicas a esa sensación de flojera que hoy me aqueja. Primero porque creo que simplemente no la hay. Hoy dormí cerca de diez horas; lo cual es, sin duda, una cantidad considerable de tiempo. Pero al parecer al viejo Fede no le fue suficiente.

Me encanta dormir, y procuro siempre hacerlo cuando se presenta la oportunidad. Sin embargo tengo un severo problema relacionado con lo anterior. Me encanta la noche. Y pues como me gusta tanto, normalmente prefiero disfrutarla despierto.

Desde muy chico he sido fanático de la fracción nocturna del día. Por cuestiones que desconozco simplemente opero mejor de las 7pm en adelante. De la misma forma, tengo una facilidad increíble para mantenerme alerta y despierto durante amplios períodos de tiempo. Lo cual en combinación ha dado como resultado hábitos de sueño mediocres e incluso un poco nocivos.

En contraparte con lo anterior, es claro para mí que en las mañanas soy inservible. No importa que tanto haya logrado descansar el día anterior; todas mis aptitudes sufren cuando me levanto temprano. Sé que esto no se vería nada bien en una solicitud de empleo, pero es la verdad. Para colmo, mi pasión por el refresco negro ha desarrollado cierto nivel de “inmunidad” a los efectos de la cafeína y el azúcar; de forma que la opción del café no es más que un triste placebo.

Hoy en día me encuentro gozando de una última semana de vacaciones antes de retomar mis responsabilidades con la sociedad. Por dicha cuestión me he dado gusto en cuanto a mis desvelos y sed de sueño. Sin embargo poco a poco el reloj avanza, y el próximo martes estoy casi seguro que tendré que levantarme alrededor de las siete de la mañana. Esas sesiones musicales de la madrugada tendrán que hacer espacio para una dosis de sueño en horas normales.

Será difícil, pero así lo exige el universo. Mientras ese fatídico día llega yo continuaré con mis descarados letargos y aventuras de madrugada.

Saturday, May 23, 2009

Drunk and dial is sooooooo old school

The new thing is drunk and post. And I’m going to be super sincere about this stuff; I’m not nearly as drunk as I was 10 minutes ago…

But do not worry. I’m taking FULL RESPONSIBILITY about this. I may not have 100% awareness, but I do take full responsibility.

Those motherfucking 7 seas were awesome stuff.

Sin más, me despido.

Have a nice weekend.

Friday, May 22, 2009

Caminando tra-la-la


Caminar es un oficio fino y desinteresado. No espera nada de nosotros más que esa tenue voluntad de ponernos de pie. No hay más.

Si uno decidiera llevar el pasatiempo unos cuantos metros más lejos, éste le va a seguir acompañando con la misma naturalidad de hace algunos segundos. Y así, comienzas. Normalmente si la opción se presenta uno va de bajada; por aquello del desgaste.

Otro detalle importantísimo es el de las banquetas. Lo último que se busca es un desafortunado accidente ¿O no? Eso ya depende de cada quién, pero sea lo que sea hay que hacerlo con cuidado. No queremos escandalizar con nuestra legendaria partida.

Lo más bonito es esa distracción. Caminar es bien fácil (para algunos). Aunque ese detalle del balance a veces puede presentar dificultades, vaya usted a saber porque. Pero a menos que sea un robot de esos nuevos que cantan, bailan y tocan la trompeta; su mente puede divagar mientras su cuerpo sigue caminando.

A mí me gusta hacerlo de noche. Ustedes saben, por aquello del calor. Ahora ya siempre hace calor. Menos esos días donde las nubes salen a defendernos y los cielos amenazan con hacer un berrinchito. ¿O acaso si lloran de verdad?

Pero así es mejor, con el viento en la cara. Ese aire suavecito que no corre porque prefiere jugar. Para huracanes mejor quedarse en casa; porque esos hasta nombre tienen y a mí no me gusta lo de las presentaciones.

Poco a poquito se va avanzando. Si se conoce el camino que bien. Si no… pues que ¿mejor? Hay veces que uno se topa con parques y árboles y niños. Todos son parte del paisaje y hay que apreciarlos como tal. Al fin que nosotros también adornamos el horizonte.

Muchos son de dar vueltas; aunque no en un mismo lugar porque luego uno se marea. Ya si usted decide puede tomarse un descanso en alguna de esas banquitas estratégicamente colocadas. Incluso puede mezclar la actividad con la lectura o el ahora imprescindible concierto portátil.

El regreso son puros sentimientos encontrados. Un poco como todo lo demás. Malo cuando no hay a donde volver, ahí se torna un tanto más complicado. Pero que sería la vida sin problemas. Hasta los árboles batallan a veces y uno no los ve cortándose las ramitas.

Así es esto de caminar.