Tuesday, March 31, 2009

De películas y sentimientos

Hace relativamente poco tuve una acalorada discusión con algunos de mis amigos en torno a la aclamada “Slumdog Millionaire”, ganadora del Oscar por mejor película entre otros. Para la gran mayoría de la crítica, dicha película era clara merecedora del galardón, por un sinnúmero de razones; sin embargo, a mí nunca me termino de convencer, y hasta la fecha sigo siendo de la opinión que es una obra totalmente sobre apreciada.

Ahora bien, no les voy a mentir, yo no soy ningún experto en el 7º arte; y no pretendo serlo. Yo no puedo argumentar sobre los logros de fotografía, o la adaptación del guión; ni mucho menos del uso de espacios y la dinámica de las escenas. Pero a mi gusto, la película no tiene mucho de sobresaliente.

En general, si creo que es una buena obra cinematográfica; pero no más. Para mí, hay un punto clave que define la calidad de una tarde en el cine. Hay un elemento importantísimo que me permite darme cuenta cuando una película ha valido la pena y es digna de recordarse. Es a partir de esto que evaluó otros aspectos en torno a lo que observo en el cine. A lo que me refiero es a los sentimientos que me produce una película, su naturaleza y el tipo de pensamientos que estos evocan en mí.

Como una gran mayoría de la gente, mi vida es ordinaria. Los sentimientos que vivo día a día son 100% reconocibles. No tengo mayores conflictos existenciales, ni batallas contra el destino. El mundo no depende de mí, y pocas semanas estoy realmente al borde de la muerte. En pocas palabras, mis sentimientos son tan extraordinarios como las situaciones que vivo.

Cuando veo una película que me desliga de ésta realidad común, que me deja involuntariamente inmerso en un plano diferente al de mis existencia, que me produce un movimiento de emociones inusuales y diferentes; es cuando me doy cuenta de la calidad de ésta.

Cuando logro reconocer los personajes como posibilidades y empiezo a entender su comportamiento; cuando me identifico intelectualmente con sus conflictos y tomo partido a favor o en contra de sus vivencias; es cuando me doy cuenta que lo que estoy viendo vale la pena.

Esos sentimientos y emociones que se producen en mí pronto se transforman en pensamientos y reflexiones. Dan paso a nuevas líneas y caminos en mi conciencia, y aunque sea por solo 120 minutos; puedo vivir y analizar situaciones que muy probablemente nunca experimente en la vida real. Es por estos factores que se que no estoy viendo una película ordinaria.

Si al final de la proyección aún me encuentro conectado intelectualmente con los temas de la película, sus situaciones o sus personajes; si cuando llegue a mi casa voy a seguir intentando descifrar las motivaciones y la razón de los escenarios mostrados; eso para mí, quiere decir que presencie una muy buena película.

Y lo anterior es cierto para el caso de libros, series e incluso videojuegos. Si al final no me quede con nada, la película no es más que una obra más para “pasar el rato”. Y para mí, eso fue “Slumdog Millionaire”. Sus temas cliché y personajes exagerados; su tensión artificial y flujo inverosímil; su amor de cuento de hadas y su final deus ex machina la colocan lejos de ser una excelente película.


Monday, March 23, 2009

Luz y Sonidos


Debo admitir que soy un fanático de la música electrónica, más específicamente de un género denominado psychedelic trance (GOA, psytrance, psycho, etc). Como seguidor ferviente de este tipo de música, me gusta de vez en cuando asistir a los famosos “raves”.

El problema que tengo es que mi círculo de amistades no comparte ese amor incondicional que yo le tengo al género, por lo que normalmente se muestran renuentes a acompañarme a ese tipo de “fiestas”. Lo anterior es totalmente comprensible, ya que de igual forma yo me rehusaría a asistir a innumerables conciertos de X o Y artista.

Sin embargo, a pesar de lo anterior, muchos de ellos muestran curiosidad con respecto a éste tipo de eventos. Se preguntan cómo son realmente, qué los hace tan atractivos, porqué los disfruto tanto, qué es lo me hacen sentir y cuál es su principal diferencia con otros eventos del medio electrónico.

Muchas veces me es complicado expresar de forma precisa las respuestas de tales cuestionamientos. Y no por las preguntas mismas, si no por el hecho de que este tipo de música es un gusto muy personal e involucra gran cantidad de sentimientos. Y como sucede con muchas cosas, a veces es difícil entender ciertos aspectos si no estás familiarizado con el tema. Aún así, trato de hacer mi mejor esfuerzo en expresar esos poderosos sentimientos que produce la música en mí; y es lo tratare de hacer a continuación.

En general, un rave es una fiesta. Una festejo de la música. Idealmente se realizan al aire libre, de preferencia en locaciones naturales y de alguna forma inspiradoras. Tal es el caso de bosques, playas, lagos, montañas, etc. En el caso particular de Monterrey, estos se llevan a cabo mayormente en La Huasteca.

En dicha ubicación se coloca uno o varios escenarios (dependiendo de la magnitud del evento), en los cuales se encuentran todos los instrumentos necesarios para que los artistas compartan su música. Obviamente, esto se encuentra acompañado de poderosos sistemas de sonido. Es importante recalcar que, por lo menos en este subgénero, el artista no es la “estrella”. En la mayoría de los casos no hay un “performance” como en algunos conciertos. Aquí la atención se encuentra centrada en la música, los intérpretes son casi parte de la misma audiencia, compartiendo su pasión y sentimientos por el género mediante su acto.

Normalmente ese acto se divide en dos categorías. Existe lo que se llama un “DJ set” y por otro lado tenemos un “Live Act”. El primero es mayormente conocido, y consiste en una mezcla de varias canciones enfocada en el flujo y la transición entre éstas. En dicha situación el artista hace las labores de un DJ específicamente y utiliza pistas variadas. El Live Act por su parte, es una interpretación o mezcla en vivo del material producido por el artista. De igual forma se enfoca en el flujo de la música, pero el énfasis no son las transiciones; si no las modificaciones o mezclas que se realizan en vivo a las producciones del intérprete.

En la mayoría de los casos se cuenta con la presencia de varios artistas, los cuáles tocan en un horario predefinido. La duración de un rave puede variar bastante, pero normalmente comienzan ya tarde en la noche para concluir al día siguiente, cercano al mediodía. En casos como festivales, el evento puede durar varios días.

Dependiendo del grado de sofisticación del rave, el tipo de música tocada varía acorde a la hora en que se presenta. De ahí definiciones y subgéneros como Dark Psy, Night psy, Full-on, Uplifting/Morning trance, etc.

Otro punto que levanta mucha curiosidad es el uso de drogas. Normalmente la música electrónica se encuentra asociada con estas substancias prohibidas, y el psytrance no es la excepción. Éste se encuentra principalmente relacionado con drogas psicotrópicas, como es el caso de la marihuana, LSD, MDMA, DMT, mezcalina, entre otras. El uso de dichas substancias es común en los raves, aunque depende mucho de dónde se lleve a cabo.

Por lo anterior, muchos asumen que el ambiente es nocivo y peligroso; sin embargo no es así. A diferencia de otros géneros que fomentan drogas más peligrosas como la heroína, crack o el PCP; los efectos que se buscan en un rave se encuentran orientados a modos alternativos de percepción de la realidad. La experiencia que se busca es la de un “viaje” de la conciencia guiado por la música. Es por ello que normalmente las personas que consumen drogas en un rave no exhiben conductas agresivas; en parte por el tipo de substancias que se consumen y el trasfondo detrás de su utilización.

De hecho, me atrevo a decir que el ambiente que se genera en un rave es incluso más seguro y amigable que el que se crea en un antro promedio de Monterrey. Es aquí dónde me gusta hacer énfasis en la naturaleza de este tipo de fiestas.

El ambiente en un antro también es de fiesta, de “diversión”. Pero estos aspectos degeneran de forma rápida. Mucho asisten a un antro solamente para perderse en comportamientos insensatos, conseguir un “ligue” fácil, presumir las últimas galas o simplemente fanfarronear en un ambiente superficial. La pista de baile muchas veces se transforma en un campo de batalla; las mesas en una recompensa al consumismo forzado y la entrada en una competencia de influencias.

En un rave, la mayoría asisten por una sola razón: La música. No importa si vas solo o acompañado. Ni cómo vas vestido. En un rave no hay mesas ni reservaciones, hay tiendas de campaña y el suelo natural. La pista de baile no es una pasarela, es una explanada de unidad para compartir esa experiencia. Aquí no hay que guardar las apariencias, ni hay que bailar “los pasos de moda”. Simplemente hay que sentir la música, disfrutarla y dejarte llevar.

Por eso me encanta ese ambiente. Porque la gente lo siente. Porque pocas cosas se asemejan al sentimiento que produce el escuchar una melodía y no poder dejar de bailar a pesar de estar exhausto. El sentimiento de ver el amanecer después de ocho horas de hermosa música es incomparable. El ver a tu alrededor y encontrarte con sonrisas de gente que comprende la experiencia que es el celebrar la música de esa manera.

Para mí, eso es un rave y por eso me gustan tanto.

Wednesday, March 18, 2009

Haciendo y no haciendo

Hace tiempo no escribía nada por este espacio; y aunque podría listar “n” razones del porque (todas muy poco originales), simplemente me limitaré a no hacerlo.

Hablando de no hacer las cosas, este pasado puente (léase: no ir a clases/trabajo) se dio una grandiosa oportunidad para adelantar trabajos, concluir pendientes y aprovechar el tiempo. Sin embargo, esa idealización de mi fin de semana se quedó como tal, recluida en mi conciencia. Fue hasta la tarde (muy tarde) del lunes que me dispuse a comenzar mis deberes…

Es gracioso como algunos de nosotros tenemos una inhabilidad casi patológica para hacer las cosas con debida anticipación. Sin tomar en cuenta la considerable carga de trabajo, la importancia de éste o las terribles consecuencias de no hacerlo con antelación. Muchas veces esto no se debe a una falta de organización o capacidad de hacer las cosas; si no simplemente a una falta de motivación para hacerlas.

En mi caso muy particular, nunca me ha causado problemas. Las cosas terminan haciéndose, y haciéndose bien. Obviamente hay que sacrificar el placer de tener un día tranquilo de vez en cuando; pero el realizar mis deberes cuando la fecha límite es inminente es algo que domino ya.

Sin embargo, a veces me pregunto ¿Cómo será el hacerlo de forma diferente? ¿El estudiar para algún examen con días de anticipación, el comenzar una tarea más de 12 horas antes de entregarla, el seguir el calendario de un proyecto laboral tal como fue planteado?

Es probable que mi inhabilidad de responder las preguntas anteriores sea una de las razones por las que a veces tengo tantos problemas para leer o escribir algo en naturaleza de pasatiempo. Sin una presión (a veces artificial) que me obligue a realizar esas actividades de “esparcimiento” muchas veces limito su realización a los momentos de mayor exaltación creativa (léase: inspiración). Los cuales, como es bien sabido, no son para nada abundantes.

Pero en fin; a veces es preciso corregir el rumbo y cambiar las cosas. Y nunca es tarde para hacerlo. Claramente me refiero a las cuestiones de mis pasatiempos… porque me rehúso a no disfrutar plenamente mis futuros puentes *guiño*.

Monday, March 9, 2009

Conservapedia.com


Ayer fui al cine con unos amigos a ver la ovacionada película de “Milk”, donde se muestra una serie de acontecimientos con respecto al movimiento homosexual en la década de los 70s. En la película, se hace referencia a Anita Bryant y su cruzada anti-gay de esa época.

Debo decir, que la idea de la existencia de un personaje tan exagerado y polarizado como Anita me impactó hasta cierto nivel. Como es costumbre mía, decidí informarme un poco más sobre el marco histórico que rodeaba los eventos mostrados en “Milk”, incluyendo la participación de ciertas figuras como es el caso de la Sra. Bryant.

Para ello, normalmente consulto “Wikipedia” para darme una idea general de las cosas. Ahí leí un poco sobre Anita y sus asertivos comentarios, como por ejemplo:

"As a mother, I know that homosexuals cannot biologically reproduce children; therefore, they must recruit our children"

Definitivamente parecía un personaje salido de la más fantástica de las ficciones. Mi curiosidad por conocer un poco el perfil psicológico y las motivaciones de alguien así hizo que mi búsqueda de información continuara.

Así, por azares del destino, encontré un link a lo que me gustaría definir como una de las obras maestras humorísticas de nuestros tiempos. Encontré la “Conservapedia”. O sí que la encontré… la encontré CON TODO.

No me tomó más que algunos segundos el darme cuenta que ésta fuente de información, que se autoproclama “The Trustworthy Encicopledia”, tenía un poco de sesgo. Un par de minutos después me di cuenta que estaba navegando una serie de artículos escritos por los cientos de Anitas que existen hoy en día.

Esto me produjo una gama de sentimientos bastante complejos, por decirlo de alguna manera. No puedo describir ésta página sin utilizar las palabras hilarante y ridícula; pero a la vez, brillante y estimulante. Por fin pude creerlo. Sí es posible que existan personas tan exageradas y polarizadas como la mismísima Anita… incluso peor.

Fue ahí dónde me di cuenta que a veces subestimo la capacidad humana de ser fantásticamente inverosímil. Pero en fin, eso ya se discutirá en alguna otra ocasión.

Por ahora, les dejó con algunos fragmentos de conocimiento que podrán encontrar en la Conservapedia:

“A liberal is someone who rejects logical and biblical standards, often for self-centered reasons.”

“Obama is likely the first Muslim President”

“Young earth creationists hold the earth and universe is approximately 6,000 years old.”

“Currently, there is an ongoing debate on whether atheism was a causal factor for Friedrich Nietzsche’s insanity or whether it was caused purely through disease.”

“The eminent pathologists Bernard Knight and Pekka Saukko stated that it is a fact that some of the most violent homicides seen by pathologists are among male homosexuals.”

On Global Warming: “Only 23 percent of college-educated Republicans believe the warming is due to humans, while 75 percent of college-educated Democrats believe it.”

Pues ahí lo tienen, información valiosa para la vida diaria. Como dato curioso, antes de escribir éste pequeño comentario estaba yo escuchando música, cuando de repente comenzó una canción con la que no estaba muy familiarizado. La canción era “sensacional”, probablemente una de las que acababa de agregar a mi librería. De inmediato “maximice” mi reproductor de mp3 para ver el nombre y artista de tan buena canción. Obviamente no pude contener el reír un poco cuando leí que era:

Wizzy Noise – The Theory of Evolution

“¡Ya le va!”