No me gusta escribir cuando sé que sucederá al final. No me gusta pensar en personajes cuyo destino se encuentre ya decidido por un falso momento de inspiración. No me gusta pensar en situaciones tristes o fabulosas que requieran una conversación que no se ha dado aún.
No sé porque, pero así es. Es divertido cuando te dejas llevar por las palabras en tu mente, las que con un orden extraño comienzan a decirte algo sobre ti mismo. Es así como me gusta escribir. Simplemente siguiendo el juego de mi propia inquietud.
Porque para mí no es más que un simple juego, un pasatiempo. No es un escape, porque al contrario; es aquí donde me encuentro con lo más verdadero de mis propios sentidos. Hay ocasiones que ni siquiera yo mismo comprendo lo que intento decir. Pero sé que algo en el fondo de todas estas palabras es un deseo verdadero de expresar algo real; algo presente.
Por ello no me gusta contar el final de las historias, y mucho menos pensar en eso que se encuentra esperando entre párrafos y párrafos de inútil expectativa. Es como el planear una conversación e imaginar sus respuestas: simplemente inútil e incluso… un poco patético.
Aquí cada línea tiene un comienzo, una esencia y un final. Cada párrafo es un mensaje, con su respectiva intencionalidad y una que otra frase ganadora. Es parte de la mercadotecnia de todo esto, ustedes saben.
¿Acaso el lenguaje fue hecho para jugar con él? No creo que le moleste… esperemos que no. Yo seguiré diciéndole muchas cosas a ésta brillante pantalla. Continuaré compartiendo líneas, puntos y las hermosas comas. Es como gritar al aire; excepto que el viento a veces responde con su ágil baile y silenciosa canción.
Así es más fácil. Tal vez todos estén viendo, desde muy atrás, muy al fondo… muy adentro. Pero puede que no, siempre hay un complemento a toda opción. Yo sé que no te interesa; no en el estricto sentido de la palabra. Por eso esto es para ti, para él, para mí, para ella y para todos los niños.
Algo encontraran, si no aquí, en algún otro lugar. Pero lo divertido es seguir buscando, aunque sea en un lúdico tono de irrelevancia. No hace falta apresurarse, y si quedaran cabos sueltos, mejor. Porque sellar un escrito es como matar toda posibilidad de trascendencia e interpretación.
Por eso me gusta escribir sin conocer el final. Es así como surgen las mejores historias, y los mensajes más sinceros. Finalmente todo es un reflejo; pero el espejo es tan vasto que ni la misma casa de la risa causaría tanta confusión. Fragmentos en una totalidad de formas, imágenes y sensaciones.
Y es aquí donde decido terminar, o simplemente comenzar otro ciclo diferente. Continuar cuál gota de lluvia se precipita hacia el sucio pavimento. Para ser destruida por su propia fuerza, fragmentarse y esperar su reunión con las que la vieron partir.
3 comments:
No mami blue. Otra semana en huelga como protesta a tus posts cripticos.
:P
nice, el niño lo aprecia... já!
PinkRobot: jajaja está tranqui. No tiene nada de críptico.
Kab: LOL, aprecio te eches la vuelta chavo.
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