Friday, June 26, 2009

Jugando con el destino… tentando a la suerte


Como ya algunos de ustedes sabrán, ayer tuve un “momento”. Fue algo repentino, lleno de gracia y jocosidad. El asunto de la suerte, las coincidencias y el destino se ha hecho presente de manera recurrente ésta semana. Y con dichas “ocurrencias” hoy viernes en la madrugada me siento un tanto perplejo ante la infinidad de la galaxia.

Vamos a ponerlo en términos simples.

1 – Yo no creo en el destino

2 – Yo no creo que la totalidad del Universo tenga un “sentido” oculto o comprensible.

3 – Realmente no creo en las coincidencias. No en el estricto y mágico sentido de la palabra.

4 – No hay tal cosa como la “suerte”.

Lo anterior no se los voy a justificar con argumentos metafísicos referenciados; porque es simplemente un sentir personal que si bien está abierto a discusión, no es realmente el punto de éste escrito.

Durante mucho tiempo he sido de la idea de que las cosas pasan y ya. No porque estaba escrito, o porque tenían que pasar, o porque había una enseñanza universal en lo que sucedió, o “inserte aquí su frase preferida”. La gente muere, nace, se enamora, escribe libros y mata gansos. Así las cosas.

Sin embargo, constantemente siento el obrar de todo eso en lo que me rehúso a creer. Nada grave o realmente importante; pero son esos pequeños detalles que me obligan a cuestionar de forma importante cómo funcionan las cosas.

No es que realmente necesite saber la mecánica que rige el telar de nuestra existencia; pero me gusta pasar el tiempo intentando hacer sentido de toda esa inverosimilitud. Por ello, hoy decidí realizar un pequeño experimento.

La bola 8 me dijo que bajo ninguna circunstancia debía jugar con el destino y tentar a la suerte. Y siendo sincero; normalmente no lo haría; pero algo me llevó a intentar desafiar esas fuerzas invisibles. Por el momento algunos de ustedes pensarán que mi experimento consiste en alguna locura de índole radical y con posibilidades de alterar el curso mismo de la humanidad.

Pero no. Es algo simple, soso y en mi opinión un tanto estúpido. Es tan solo un extraño resultado de las circunstancias. Pero sentí la necesidad de hacerlo. Siendo totalmente sincero, no creo que nada salga de él; más que el olvido de una extraña memoria. Aún así, por primera vez en mucho tiempo no me quería quedar con las ganas.

Hace relativamente poco un buen amigo, cuyo espíritu es más libre que el mío, me comentó sobre la idea de dejar pequeños mensajes u objetos con la intención de crear algún tipo de desconocido lazo de realidad. Algo así como una empatía cósmica centrada en esa conexión de realidades. No lo he investigado pero de seguro ya se ha intentado antes. Y la verdad que es buena idea; porque allá afuera hay muchos espíritus libres como él que continuarían su juego sin pensarlo.

Tomando lo anterior como base, y tras mi extraña euforia galáctica del día de ayer; hoy dejé un pequeño mensaje en mi salón de clases. Es simple y conciso. En ésta época no hay clases en mi campus más que de algunas selectas materias que se imparten en verano. Con ello en mente realmente no sé si alguien lo leerá siquiera.

En éste momento puede que ese mundano pedazo de papel se encuentre ya en la basura. Mis expectativas, como pueden ver, son muy bajas. Pero en caso de que algo suceda y pueda crear ese extraño lazo existencial; creo que toda la extraña experiencia me ayudará a poner las cosas más en perspectiva.

Pero en fin. Lo escucharon aquí primero…



Do you believe in coincidence?





6 comments:

Pinkrobot said...

Ahh no, yo quiero mis argumentos físicos referenciados!

Si no crees en el destino y en que todo tiene una razón de ser, crees en las coincidencias: dos cosas pasan al mismo tiempo sin motivo alguno, sólo se juntan, pasa y sanseacabó (esas palabras no van juntitas y qué?)

Yo tampoco creo que todo pasa por una razón, más bien cuando algo sucede tratamos de confortarnos así, o COINCIDE que pasa algo chido como resultado.

Fede Fiesta said...

Es que mi concepto de coincidencias radican en ese obrar "mágico" del destino. And I don't buy that stuff.

Pero si tomamos las coincidencias como esa aleatoriedad extraña y sinsentido (junto para que no te ofendas) en la que pasamos incontables momentos tratando de justificarlas y encontrarles un vacío significado. Pues ya es tema diferente.

XOXO

ge zeta said...

Yo creo más que todo es producto de causalidades más que casualidades. Creo mucho en el efecto mariposa, entonces, por lo tanto, creo que todo depende de los actos que hacemos y todo eso, más que la suerte, agüero, supersticiones, cosas esas raras que involucren un acto de fe.

ge zeta said...

Que al final de cuentas, todo lo es

Kyuuketsuki said...

Bueno, en parte, todo es consecuencia de nuestras acciones. Pero también entran los agentes externos; matemáticamente se conoce como la teoría del caos. Así es que si, creo en la existencia de casualidades. Pocas, pero si existen. De lo contrario, entonces se contrapone al hecho de que no creas en el destino: si no hay casualidades, es porque todo está predispuesto. O sea: destino.

Fede Fiesta said...

Gracias a todos por sus comentarios. Defintiivamente tendré que ponderar estas cuestiones de manera más formal.

Tal vez algún día vean la conclusión por estos lares.