Justo hoy, hace algunas horas, termine de ver con unos amigos la aclamada serie “Neon Genesis Evangelion”. En total, sus 26 episodios y la película final tomaron cerca de 10 horas de mi vida. De igual forma cabe mencionar que ésta es probablemente la tercera o cuarta vez que he visto la serie completa.
Muchos considerarían lo anterior una terrible perdida de tiempo. Un injustificable desperdicio de ese recurso tan preciado. Sin embargo… yo no lo pienso así. Independientemente del placer de compartir los temas y el contenido de esa interesante obra con mis amigos; el repasar nuevamente las ideas que expone la serie y reencontrarles significado personal le da un sentido a esa “pérdida” de tiempo.
Y lo anterior es tan solo parte de una filosofía personal en torno a la diversión y esparcimiento. Muchas personas no pueden estar un día… o un momento sin hacer nada. No pueden sentarse y dejarse llevar por la inactividad. Les es imposible superar la idea de que su tiempo lo están “desperdiciando”.
Yo conozco a gente así…
Pero la verdad (entre otras cosas) es que la utilidad o productividad de nuestras acciones no es la medida absoluta del aprovechamiento del tiempo. Y el entender lo anterior es necesario para poder disfrutar de una caminata sin sentido, un viaje en automóvil, una tarde escuchando música o una semana leyendo ese mismo libro una vez más.
El valor del tiempo es abstracto y claramente individual; pero la vida no se justifica en utilitarismos. Muchas veces la felicidad no ésta ligada a un “aprovechamiento” del tiempo, si no a esa capacidad de entenderlo y disfrutarlo.